miércoles, 22 de febrero de 2012

Tu recuerdo, mi existencia.

Eras, eres y serás. No hay nada como verte
y saber que no podré tenerte jamás.
Arráncame la vida, hazme ese favor,
pues el dolor que me produce la herida
de tu no amor, es inaguantable. No.
No puedo mantener mis ojos en ti.
No. No sin sentir el rojo y dulce sabor
de mi sangre al fluir.
Arráncame el corazón, pues no me
sirve de nada. No. No pidas perdón, ni
entristezcas la mirada. No. No tengas
miedo, que no te importe si me
estremezco cuando tus dedos me rocen.
No. No será de goce, pues para mi serán
como profundos cortes y contundentes golpes.
Bórrame la mente. Borra tu recuerdo
que tengo latente, siempre presente,
inherente a mi existencia. Tu mera presencia
es mi penitencia... Espera, no te vayas todavía,
aún te tengo que decir lo que he sentido
y no te he dicho, pese a pensarlo cada día.
Espera, no te alejes, no me dejes con
las ganas atrapadas. Eras mi musa, eres mi hada,
serás la intrusa de mis sueños, en las madrugadas.
Espera, no te vayas, dame un momento.
Por favor, déjame ponerle final a este cuento.

Sé que no existe posibilidad de que mis
sentimientos sean mutuos. Estoy triste,
ser humano muerto viviente. Sufro porque
yo si quise, pero tú no me quisiste. No.
No te culpo, soy yo el responsable
por enamorarme, y lo asumo...

...Ahora que te vas, te digo, sé que
no yo, pero mi corazón, se irá contigo...

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